Origen etimológico:
Makara es el nombre de un cocodrilo de la mitología india y significa la unión de los opuestos.
Un cocodrilo puede descansar en Plena calma e inmovilidad para después utilizar toda su fuerza y movimiento para cazar. De la paz a la acción. Igual que su piel es escamosa por encima y suave por debajo para poder moverse tanto por tierra como por agua.
Imaginate ese cocodrilo que duerme en el agua inmóvil para en cuestión de segundos sacar una fuerza tremenda para cazar a un antílope que ha ido a parar a su lado. Ese es el resultado del almacenamiento de energía y calma suficiente para llegado el momento tener claridad mental, fuerza física y fuerza mental. Nosotr@s no tenemos que cazar en nuestro día a día, pero si es cierto que tenemos momentos de calma y otros donde necesitamos de todas nuestras fuerzas y energías para dedicarlas a alguna cosa en nuestra vida. Sea un proyecto, cuidar a alguien, estudiar, llegar a un objetivo, salir de una depresión, entender un problema… Hay varias preguntas aquí: ¿cómo utilizas tus momentos o periodos de calma, son momentos donde acumulas tu energía de forma pacífica y clara? por ejemplo las vacaciones del trabajo, hay gente que acaba más agotada que antes, cuando vas a dormir y no puedes y solo das que vueltas, o si te ronda algo por la cabeza que no te quitas de encima… seguro que se te ocurren muchas otras situaciones.
Makara actúa sobre los riñones para poner en activo ese reservorio de fuerzas que estos órganos nos otorgan. Al mismo tiempo nos aporta seguridad y confianza. Es un mudrā asociado al segundo chakra Swadisthana actuá liberando emociones estancadas para energizar el cuerpo.
Para utilizarlo debes hacerlo de forma periódica. Proponte 15 días. Cada día aplícalo 3-4 veces no más de 10 minutos cada una. Ponte un tiempo razonable para ti pero sin superar estos 10 minutos. Lo puedes acompañar con alguna āsana o si quieres puedes hacer una cuarentena de alguna de las sesiones propuestas.
COLOCA EL mudrā:
Para la construcción del mudrā coloca la mano derecha debajo de la izquierda. (puedes hacerlo también al revés, colocando la izquierda debajo). Mete el pulgar entre el meñique y el anular hasta llegar al centro de la palma de tu mano. El resto de los dedos quedan por debajo recogiendo el dorso de la mano que está encima. Une anular y pulgar de la mano que queda encima. Presiona todos los contactos. Concéntrate en su fuerza
