Meditación para conversar con tu alma

El origen de la palabra «alma» data del siglo VI a.C. donde es ya concebida, dentro de las creencias órficas, como aquello que, por su origen divino, queda o sobrevive después de la muerte del cuerpo.
La RAE: ‘Parte inmaterial de los seres humanos’ , ‘persona o cosa que da vida o impulso a algo’ y ‘persona o habitante’ .
La definición de alma, según la ciencia: el alma es la unidad propia y específica de cada ser vivo. Dicha unidad le permite ejercer operaciones que son también específicas de los vivientes. En el caso del hombre, su alma espiritual no es solo expresión de su unidad orgánica, sino de su trascendencia.
Incluso en la película «21 gramos» cuyo título hace referencia al estudio hecho por Duncan MacDougall, quien a primeros del Siglo XX realizó una serie de experimentos para probar la pérdida de peso que supuestamente provoca la partida del alma del cuerpo cuando morimos.
En nuestro lenguaje diario utilizamos la palabra en muchas frases, por ejemplo: «SE ME PARTIÓ EL ALMA», «MI AMIGA DEL ALMA», «TENER EL ALMA EN UN HILO», «PESAR EN EL ALMA», «NO TENER ALMA», «LLEGAR AL ALMA»… Recuerdo un día que mi hijo pequeñito estaba muuuyy cansando y me dijo: «mamá, es que no me duele el cuerpo, me duele esa cosa que no es el cuerpo, pero que está dentro de mí» y claro, se refería al alma.
Pero en pleno siglo XXI todavía hablar del alma es algo que solo se les reserva a los esotéricos… ¿Por qué? Es la cosa más bella que tenemos con nosotros y, en cambio, algunos niegan su existencia y otros la ignoran.

Creo que yo nunca he perdido la conexión con mi alma, desde bien pequeña la he tenido presente. Para mí el alma es aquella que me muestra la parte más genuina de mí y me lleva a reflexiones y toma de conciencia de situaciones muy difíciles. La práctica y el ensayo error hacen que puedas discernir del ego y el alma, porque son dos cosas totalmente opuestas, pero que el ser humano confundimos. Solo en el momento que realmente obras con el alma, algo te dice que eso sí que es auténtico y solo entonces te das cuenta de que estás realmente viva.

Esta meditación viene dada por Yogui Bhajan que dice: «No eres este cuerpo. No eres esta mente. No eres el criado. Eres el alma. Este es el viaje del alma, no el tuyo» la meditación a través del mantra Wahe Gurú intenta que desconectes de la mente pensante y le des una oportunidad a es@ otr@ yo. Te aportará claridad mental, fuerza y a conectar con tu alma.

PARA LA MEDITACIÓN:

Siéntate en postura fácil o sukhāsana y lleva las manos en chin mudrā encima de las rodillas con el mudrā mirando hacia arriba.
Inhala por nariz y al exhalar ves soltando el aire naturalmente mientras vas diciendo el mantra Wahe Gurú, Wahe Gurú, Wahe Gurú, Wahe Gurú, Wahe Gurú, Wahe Gurú, Wahe Gurú, Wahe Jio. Siete veces Wahe Gurú, menos la última que seria Wahe Jio. Vuelves a inhalar y continuas. La meditación propuesta en la escuela es de 11 minutos, pero si quieres experimentarla más a fondo te propongo que la hagas por 31 minutos.